La equinácea el antibiótico natural
La equinácea o echinacea es una planta procedente del este
de América del Norte, su uso se introduce
desde principios del siglo XX en la medicina tradicional.
La equinácea es rica en fibra, vitaminas del grupo C y B, en
betacarotenos, así como en minerales como hierro, sodio, magnesio y calcio.
Se emplea de la panta casi en su totalidad, desde la raíz
hasta las flores, pasando por los tallos, las hojas y sus semillas.
Propiedades y beneficios de la equinácea
Debido a sus propiedades de reforzar el sistema inmunitario
es muy popular para tratar los síntomas del resfriado común. Es un antibiótico
natural con propiedades antiinflamatorias.
Está demostrado que la equinácea contribuye a disminuir la
fiebre, la mucosidad y la tos asociadas no sólo al resfriado sino también a
otras enfermedades del sistema respiratorio, facilitando y acelerando con ello
el proceso de recuperación. Se emplea para las enfermedades del aparato respiratorio
(sinusitis, bronquitis, faringitis…), y
en patologias en que debamos actuar sobre virus o bacterias como son:
Infecciones vaginales, genitales o sífilis. Dolores de garganta e inflamación
de amígdalas. Infecciones de oído. Migrañas. Infecciones de encías (gingivitis,
periodontitis…).Orzuelos. Infecciones del tracto urinario.
Contraindicaciones de la equinácea
La equinácea debe tomarse con precaución en personas con
asma y problemas respiratorios, en personas que padecen enfermedades
autoinmunes o hepáticas, y tanto durante el embarazo como en la lactancia,
urticaria, inflamaciones de la piel y erupciones.
Hay que evitar su consumo durante un período de tiempo
bastante prolongado.
La equinácea puede tomarse en cápsulas, tintura e infusión.
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